jueves, 24 de abril de 2008

La Carne

Como rosados labios endulzados
Con licores y perfumes de tiempos extraviados
Como el sagrado templo violentado
Por la furia del dios más atormentado
Como la navaja recorriendo el muslo de la discordia
Mientras los perros se destrozan con euforia
Mientras el dolor en el mundo
Cae adormecido como un ciego dando tumbos
Mientras un niño llora en una lejana esquina
Por la madre que yace tendida
Sobre el frío asfalto salpicado con sangre
Porque un autobús la ha despedazado de manera brutal e infame
Mientras en un sórdido cuarto de dos estrellas
Los amantes se desgarran como fieras
Cuando el sudor recorre espalda y pecho
Entrepierna y cebo, deslizándose por el monte de Venus
Con las uñas clavadas en la espalda descarnada
Con la furia de la juventud y la pasión humana
Aparece la carne en el mundo
Desabrida y fileteada, lacerada y mutilada
Aclamada, muy deseada pero magullada
Detestada, perturbada, corrompida y pervertida
Mientras el dolor aumenta y se inflama cual verruga
Con la sangre coagulada y la piel cangrenada
Y se percibe, se siente y se goza
Como profundos alfileres incrustados
En la superficie del alma
La carne corrompe y bendice
Infecta el mundo ya infectado
Porque la humanidad es la pestilente carne
De un cáncer Terminal

Que emana pus cada 9 meses.

1 comentario:

La chica pastel dijo...

Golpe golpe golpe turunrunrun