Después de varios eones en el tiempo, después de la era post nuclear, post apocalipsis y post todo lo que sea catástrofe, muerte y destrucción un nuevo ser se ha erigido de las cenizas de una ardua batalla por el control mental y físico de lo que es mi maltrecho ser. Este nuevo redactor mucho más agresivo que el anterior, pero ahora fijando bien sus blancos y no disparando a ciegas y a tontas, piensa afilar bien su cuchillo, afinar bien el arco, llenar de veneno las flechas mortales y alistarse para las batallas venideras dispuesto a matar si es necesario a toda aquella escoria que intente intervenir en su camino o altere la paz y tranquilidad, atente contra la justicia de este mundo ya que nadie tiene el derecho de hacerlo, y este redactor pretende hacérselo saber a esos desdeñosos gilipollas que pululan por las tierras de esta dimensión, realidad que le llaman.
Mi intención no es apuntar en este momento a algún blanco específico, es una llamada de advertencia, del lado negativo de las cosas se puede sacar un resultado positivo como lo es el enriquecimiento personal a base de estas experiencias, es por ello que de muchos venenos se hallan la cura para otros igual de mortíferos, tal vez, la única forma de vencer al mal es con un mal mayor, el poder se vence con más poder, no necesariamente a la fuerza, pero sí utilizando el intelecto que es un arma aún más poderosa que cualquiera existente, afilando las palabras para destruir la imagen de aquellos que se creen intocables...
La advertencia esta declarada, no seré la justicia pero pretendo ser por lo menos algún brazo, no el más equilibrado, pero sí el más mortífero...
miércoles, 10 de diciembre de 2008
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